La invasión se extiende imparable. El microcrédito lo llena todo: la Universidad, el Ayuntamiento, los Institutos de Educación Secundaria, el asociacionismo solidario, la calle. Pero el microcrédito está lleno de trampas. Aquí sintetizamos algunas tesis que pueden encontrarse en la literatura crítica.
- El microcrédito, en tanto que ideología económica relacionada con el empobrecimiento, transfiere la responsabilidad de la pobreza a los propios pobres, exonerando así de responsabilidad a los poseedores de la riqueza.
- La ideología del microcrédito, que es el liberalismo exacerbado, deja de analizar las causas y raíces de la desigualdad social y, por lo tanto, deja de combatir el mal en su origen, haciendo que se reproduzca interminablemente.
- El descubrimiento de la ideología del microcrédito está sirviendo a los Estados para canalizar por esa vía la ayuda al desarrollo y la cooperación internacional, sin tener en cuenta las graves consecuencias que ello acarrea.
- El microcrédito no puede utilizarse en ningún caso para satisfacer necesidades básicas: alimentación, educación, salud o vivienda. Las instituciones financieras liberales no atienden a este límite ético, al tiempo que los Estados y las instituciones internacionales, con la excusa del crédito, se desentienden de la obligación de satisfacer esas necesidades básicas, como tienen comprometido ante las Naciones Unidas.
- El microcrédito produce un endeudamiento permanente de los perceptores, que pasan a depender para siempre de las finanzas y de sus dueños, como constata la experiencia.
- La iniciativa en el microcrédito es un elemento para definir la valoración moral del mismo. Si la iniciativa es el liberalismo, el resultado es la reproducción de lo que existe: más pobres y más numerosos; menos ricos con más riqueza.
- La ideología del microcrédito desoye toda idea relacionada con el consumo responsable y los límites del crecimiento, acrecentando los graves problemas que sufre la naturaleza y que perjudican en mayor medida al mundo empobrecido.
- Del mismo modo que en las finanzas se habla de un uso ético y social de las mismas, el que encarna la banca ética, en el pequeño crédito la presencia o ausencia de principios éticos determina su cualidad moral.
- Tanto por la iniciativa, que procede del sistema bancario y de los gobiernos liberales, como por los objetivos, que incluyen la maximación del beneficio a través de intereses desorbitantes, la ideología del microcrédito no merece el apoyo de la economía solidaria y del asociacionismo de cooperación.