Después del éxito electoral, la actividad pública de Podemos se ha velado calculadamente. Parece ser que las personas adscritas al movimiento están reflexionando sobre la forma de organizarse. Eso no es público ni se difunde en los medios. También parecer observarse que Podemos renuncia a liderar lo que convencionalmente conocemos como la izquierda. Dado que todos los pasos de Podemos han estado calculados por profesionales de la política y de la demoscopia desde el principio, no hay más remedio que esperar a que vayan desvelando el proyecto. Mientras tanto, el apoyo popular a Podemos continúa creciendo de forma imparable, por lo que sospecho que la renuncia a liderar la izquierda se debe a que han decidido ir a por todas, como por otra parte vienen escribiendo los dirigentes. Esperemos, pues.
El mundo, sin embargo, no acaba en Podemos. Hay otras dos izquierdas en España: el PSOE, en proceso de renovación, con una militancia numerosa y una clientela abundante, que no ha dicho la última palabra; y una multitud de siglas y tendencias que pululan en el espacio que ocupa Izquierda Unida.
Izquierda Unida ha sido incapaz de aglutinar ese heterogéneo espacio de lo que podríamos llamar la izquierda radical. Eso explica la aparición de EQUO y de otras formaciones, que van poco a poco asentándose como grupos políticos organizados. La principal razón de la incapacidad aglutinadora de IU ha sido la dependencia del PCE, de la que nunca ha logrado desasirse. Eso le ha conducido a utilizar formas de representación muy controladas y centralizadas, que asimilan a IU con los otros partidos del sistema, ahora claramente detestados en la izquierda. Gran parte de la militancia de IU, sin embargo, ha entendido que hay que cambiar de rumbo y eso abre otras posibilidades a este espacio de la izquierda.
Contribuye, sin duda, a este cambio la presencia de EQUO, que ha aportado dos cosas esenciales: una ecología política sincera y muy marcada, que es clave en el proceso de cambio de sistema productivo que vivimos, y un método de participación democrática que rompe con los moldes de las viejas organizaciones. La utilización de internet ha facilitado tanto la práctica real de elecciones primarias para confeccionar las candidaturas electorales, como la realización participada de los programas electorales. Ninguna cúpula de partido puede cambiar lo que decide la mayoría de las personas, por lo que con este método nadie puede hablar de castas.
Tanto EQUO, como muchas organizaciones territoriales de IU, están apoyando las iniciativas ciudadanas que han comenzado a surgir en España con vistas a las elecciones municipales. Conocemos el caso de Guanyem Barcelona y de Municipalia en Madrid, pero están surgiendo otras propuestas similares. Así ha ocurrido en Valladolid, donde el día 28 de junio se presentó Valladolid toma la palabra, un manifiesto dirigido al movimiento social y a la ciudadanía, que fue muy bien acogido.
No ha sido Podemos quien ha democratizado las formas caducas de la política partidista. Antes de que existiese Podemos, EQUO había realizado en dos ocasiones elecciones primarias abiertas para proponer las candidaturas. Tampoco ha sido Podemos quien primero reflexionó sobre la conveniencia de elaborar listas electorales abiertas y no adscritas a siglas políticas. Yo mismo he escrito eso en este blog repetidas veces desde hace dos años bajo la etiqueta de “unidad de la izquierda”. Puede comprobarse. Lo que ha hecho Podemos ha sido demostrar en la práctica que la vieja política ha caducado y eso es lo que está favoreciendo la aparición de las iniciativas ciudadanas.
Pero “¿Qué es Podemos?”. Esa pregunta se hace Íñigo Errejón, el tercero en la jerarquía (electoral) de Podemos, y la responde en un enjundioso artículo publicado en la portada del número 225 de Le Monde Diplomatique en español. Ya comentaremos ese texto. Por ahora, confirmamos que Podemos es un enigma, pero un enigma muy calculado y estudiado, la cosa más alejada de la espontaneidad que pudiera parecer a las personas poco informadas.
Marcelino Flórez