Leo que en dialecto marroquí Kun Rajel significa “Sé un hombre”. Lo dicen habitualmente por allí y equivale a nuestro “ten cojones”. Vaya, una expresión machista que resume toda una ideología, el patriarcado.
Ahora hay o ha habido una campaña que dice “Sé un hombre y cubre a tus mujeres”, la perfección del patriarcado. Se ha activado la campaña en verano y en las playas. Recuerdo hace un par de años en Rabat que casi todas las mujeres estaban cubiertas en la playa, salvo las que iban en nuestra excursión. Los adolescentes, sin represión cultural aún, se aproximaban a las españolas para verlas en bikini y tocarlas al pasar. No me extraña que las marroquíes quieran cubrir su cuerpo, con lo que tienen alrededor.
Esta campaña, que produce náuseas a cualquiera que haya accedido a comprender que existen derechos humanos, como la libertad o el derecho a la vida y a la integridad física, me da pie para oponerme, ahora sin complejos, a la norma “islámica” de cobertura del cuerpo femenino. No es el Islam el problema, salvo para quien haga una lectura del Corán a la altura del siglo séptimo, el problema es el patriarcado. Y no el patriarcado de hace catorce siglos, sino el que pervive y se refuerza en estos días.
Esta campaña, que ha recorrido las redes sociales del mundo árabe, “Sé un hombre y cubre a tus mujeres”, deja desnudos a los hombres y a las mujeres que defienden la cobertura del cuerpo femenino. La campaña no dice “sé un santo”, sino “sé un hombre”, ten cojones e imponte sobre la mujer, domínala, tenla a tu servicio. No caben excusas religiosas. Es el turno de los hombres para establecer la diferencia entre religiosidad y machismo, a no ser que opten por vivir en el siglo séptimo, pero entonces que lo hagan del todo y de la noche a la mañana.
Marcelino Flórez