Para pensar la alternativa

Queridas gentes que seguís esto:

Después de ocho años de oposición política, después de un año de jercicio del poder y después de toda una historia de negrura, el Partido Popular necesita que no sea nunca olvidado: no olvidar su origen, no olvidar lo que realmente hace, las «florecillas» que aquí y ahora son pisotedas al borde del camino, los millones de personas paradas y abandonadas, el terror laboral impuesto, la educación vendida a los amigos, la sanidad vendida a los amigos, la dependencia relegada a la exclusión. Nos pide, a cambio, un voto de confianza por un futuro mejor que vendrá. Es la historia repetida, cuya trama fue desvelada por Walter Benjamin. Mañana nos pedirán que olvidemos el pasado y construyamos juntos el futuro. El presente, la realidad, será siempre reservada para ellos, los dueños del capital, los que entienden de economía, nuestros salvadores.

Creo que el Partido Popular ha recorrido todo su camino. Este último año, en el que ha instalado un régimen autoritario, le convierte en un enemigo de todos los demás partidos políticos y de todo el movimiento social. Que hagan lo que quieran y que lo sigan haciendo solos. Las demás personas estamos convocadas en las calles para decir que no y y estamos interpeladas para analizar adecuadamente lo que ocurre, para construir propuestas alternativas y para hacer posible otra forma de gobernar, porque «las cosas no son así; están así y podemos cambiarlas», como decía Paulo Freire.

Voy a seguir reflexionando sobre esto. Hoy publicaré un escrito sobre el concepto de dictadura y el concepto de sistema político autoritario, algo sobre lo que divagaron los primeros revisionistas del franquismo. Después publicaré otro escrito sobre la ruptura del consenso con el que se construyó la Transición, ruptura completada durante el primer año de gobierno de esta derecha. Aunque ya escribí sobre estas cosas en «La ilegitimidad del PP», estos dos artículos son el punto de partida de una serie. Seguiré a continuación ideando propuestas concretas para una alternativa, la primera de ellas tratará sobre el uso del dinero público, o sea, sobre la corrupción. Vendrán otras, aunque habrá que repasar también lo que ya está escrito, especialmente «Syriza en gallego significa esperanza».

El objetivo es contribuir a mantener elevado el ánimo de las personas amigas y de aquellas a quienes se lo quieran transmitir, porque un buen ánimo es el primer instrumento para evitar la derrota y la sumisión a lo «inevitable» en la que nos quieren situar, porque»las cosas no son así». Ánimo, pues.

Marcelino